La conducta alimentaria es un fenómeno complejo en el que intervienen múltiples factores: biológicos, psicológicos y culturales. La interacción entre todos ellos dará como resultado unos hábitos alimentarios en cada persona.
Los seres humanos tienen que aprender a ingerir alimentos muy variados, naturales y manipulados. En este proceso de aprendizaje pueden aparecer los primeros problemas relacionados con la alimentación, ya sean estos de tipo emocional y/o instrumental.
La ingesta selectiva, reducida o excesiva origina, con frecuencia, conflictos en el ámbito familiar; no obstante la pérdida de peso y los comportamientos alimentarios anómalos, sin explicaciones de tipo fisiológico, son las fuentes de alarma y preocupación más importante para los progenitores de niños o adolescentes.
Los trastornos de la conducta alimentaria que se incluyen en las categorías diagnósticas son:
* Pica
* Rumiación
* Trastorno de la conducta alimentaria de la infancia o la niñez
* Anorexia nerviosa
* Bulimia nerviosa
Trastornos que no están tipificados:
* Vigorexia (ideal de fuerte)
* Megarexia (contrario a la anorexia)
* Ortorexia (preocupación de comer saludable)
Entre los múltiples factores predisponentes de estos trastornos los de tipo socio-cultural sólo se modificarán a medida que evolucionen los estilos de valoración de la alimentación, la salud, el cuerpo y las modas estéticas; siendo los factores predisponentes de tipo individual los que se pueden modificar desde el ámbito educativo, con un objetivo preventivo, y desde la terapia con un objetivo asistencial.
Más información (Nutrición Saludable. Infancia-Adolescencia y Máster-Módulo alimentación 2012)
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